En los últimos meses ha sido sorprendente ver la cantidad de complejos habitacionales que se están desarrollando en las principales ciudades del país, donde un departamento puede costar por encima de 3 millones de pesos con espacios por debajo de los 100 metros cuadrados.
Normalmente, el crecimiento habitacional es un síntoma de que una economía está sólida y evidentemente denota confianza a futuro de que habrá personas que puedan pagar dichas propiedades.
Es cierto que algunos indicadores como el incremento en la clase media en el país y bajos niveles de desempleo podrían estar soportando los precios actuales de la vivienda, también existen otros indicadores globales que podrían estar marcando un cambio de tendencia a futuro.
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, los precios de vivienda internacionales no sólo se han recuperado de la caída que tuvieron en el 2008, sino que actualmente se encuentran por encima de los niveles previos a dicha crisis. Adicionalmente, los niveles de deuda alrededor del mundo también han alcanzado máximos históricos.
Lo anterior no significa que se esté en medio de una burbuja inmobiliaria, más bien es reflejo de que se ha estado viviendo durante varios años en un entorno de tasas sumamente bajas, lo que abarataba el crédito e incentivaba la compra de bienes inmuebles aumentando sus precios.
Sin embargo, derivado del fuerte crecimiento global en el mundo, parece ser que la época de bajas tasas de interés está por concluir. Este efecto ya se ha empezado a ver en México, en donde la tasa de interés interbancaria se encuentra por encima de 7%, más del doble de su nivel mínimo de hace algunos años.
Por otra parte, y adicional al costo de obtener un crédito, existen otros factores como la ausencia de aumentos relevantes en los salarios de la clase media, mayores niveles de inflación e incertidumbre política que podrían llegar a afectar en el mediano plazo los precios de bienes inmuebles.
Es posible que debido a los factores mencionados el mercado inmobiliario tenga una desaceleración en su crecimiento, lo que afectaría los precios de los bienes inmuebles, dando una oportunidad a los consumidores de adquirir propiedades a un precio más bajo.
Si se piensa adquirir una casa o un departamento como una inversión o simplemente como un nuevo lugar para vivir, podría ser buena idea estar atento a las oportunidades, ver cómo se comporta el mercado o esperar a que los precios tengan una corrección.
Fuente: El Economista
Escribir comentario
CELIA SANCHEZ R (martes, 16 marzo 2021 18:21)
TLAJOMULCO